La vida es como jugar con una pelota en la pared.
Si fuera jugada una pelota azul, ella volverá azul..
Si fuera jugada una pelota verde, ella volverá verde.
Si la pelota fuera jugada franca, ella volverá franca,
Si la pelota fuera jugada con fuerza, ella volverá con fuerza.
Por eso nunca juguemos una pelota de la vida, de tal manera que no estemos preparado para recibirla.
La vida no da, ni presta.
No se conmueve ni se apiada!
Todo lo que ella hace es retribuir y transferir, aquello que nosotros le ofrecemos.
Y como dice la figura, preocupémonos por lo que vamos a dar.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas