Buenos días!!! (buenos en serio, no como pura fórmula).
Hoy, a raiz de una discusión que vi en la calle, me empezó a rondar el tema de que poco flexibles somos, siempre queremos tener el control en una discrepancia (de cualquier tipo: ya sea laboral, de familia, etc) y queremos ganar en la discusión, sea quien sea que tenemos enfrente y no escuchamos sus razones. Somos principistas, hay que "ganar".
Además nos cuesta tanto asimilar nuevas situaciones, nuevas razones, nuevas ideas. Y esto nos hace ser intolerantes:
"La flexibilidad es una de las cualidades necesarias para afrontar, de una mejor manera, los cambios y lo inesperado en nuestra vida. Sin ella corremos el riesgo de convertirnos en personas rígidas que al más mínimo contratiempo reaccionan perdiendo el control de sí mismas y de la situación.
A una persona rígida le cuesta trabajo adaptarse a los cambios. Ella tiende a permanecer en el mismo estado. Busca siempre tener el control o las riendas de la situación, tiene poca tolerancia y capacidad para aceptar las diferencias o las discrepancias con los demás y sufre de frustración. La rigidez se convierte como en una especie de armadura que la protege de los demás y del entorno que la rodea.
Para ganar flexibilidad debemos tener más confianza en nosotros mismos, en nuestros talentos y en que tendremos la capacidad para afrontar las situaciones de una forma positiva. También necesitamos tener confianza en la vida, creyendo que las situaciones se presentarán de la mejor manera para nosotros y que tendremos el apoyo Divino para superar, manejar o resolver cada una de ellas.
De la misma manera como un junco bien enraizado se dobla casi hasta el piso movido por el viento y, luego, vuelve a levantarse erguido, nosotros podemos aprender a comportarnos, si ganamos flexibilidad y confianza.
Alcanzar las metas que nos hemos propuesto para perseguir nuestros sueños y aspirar a una mejor calidad de vida, implica asumir retos e imprevistos; por lo tanto, si estamos preparados para hacerlos parte del camino que nos llevará a conseguirla, será mucho más sencillo manejarlos y superarlos. Recordemos que la solución a una situación difícil depende de nuestra capacidad de negociar; es decir, de renunciar a una parte de lo que esperábamos para obtener un beneficio por el otro lado. Igualmente, estar dispuestos a reparar la falta o la equivocación, sin pérdida de tiempo y con buena actitud, nos ayuda a afrontar la dificultad con más valor y flexibilidad".
Piénsenlo y veran que les hace sentido lo que les estoy diciendo.
Qué tengan muy bonito día, que sean mejores personas y que mejoren su entorno!!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas