En casos extremos pueden llegar a realizar actos violentos de los que ellos mismos juzgan negativamente, y confesar que lo han hecho porque el resto de sus amigos lo hacían. Como por ejemplo, empezar a beber porque todos sus amigos lo hacían, “era lo normal”, incluso mucho de ellos comentan tristemente lo valorado que estaba quien bebiera más. ¿Qué pasa si un adolescente ante su grupo de amigos que todos beben, se niega a beber? ¿Va a ver una comprensión razonable? ¿Lo van a apoyar en esa decisión, contraria a la norma del grupo?
La respuesta es clara, lo van a excluir de cierta manera, será el “raro”, el “soso”.
Por ello, hay que explicarles que deben abandonar los antiguos hábitos, lo cual es muy difícil, por qué es muy duro ir en contra de los deseos del entorno aunque sea para protegerse a si mismos de un entorno tóxico.
Hay que conversar mucho con los adolescentes, y darles la contención cariñosa en lugar de pelear, porque eso los deja aun más solos.
Cariños y sonrisas
Irene
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