jueves, 1 de noviembre de 2012

Cultivar la felicidad.



¿A qué dedicamos la mayor parte de la vida? Posiblemente, a asegurarnos el bienestar material (posesiones, poder, una buena imagen...); a ocuparnos de nuestra familia, de las relaciones sociales; al cuerpo (compras, vestidos, alimentación, embellecimiento...). Todas estas condiciones pueden contribuir a nuestro bienestar pero no son la causa de nuestra felicidad.
¿Qué es lo que sí puede ser causa profunda de bienestar y felicidad?
Nuestra habilidad para mantener la paz mental en cualquier circunstancia (incluso en el dolor físico), nuestra capacidad de concentración, nuestra aceptación (que nos haga fácil soltar en cada pérdida), nuestra capacidad de amor y compasión, que nos conecte con nuestro entorno, incluidos todos los seres. La alegría.
Ésas son las habilidades que nos ayudan a vivir una buena vida, con significado y felices.
Obtener una maestría en estas habilidades no es más difícil que conseguir todas las posesiones, carreras, oposiciones, la casa de los sueños, el coche más rápido o la pareja que creemos que nos hará felices, todas esas cosas que sí se llevan nuestro tiempo y energía y, sin embargo, no nos garantizan la felicidad (por el contrario, sí constituyen una buena fuente de preocupaciones).
No se trata de abandonar todas las demás cosas, obviamente, pero sí es importante restablecer prioridades y reorganizar nuestro tiempo y energía, para dedicarle algo más de atención a las cosas que sí tienen el poder de hacernos felices (nuestra capacidad interior de paz, amor, concentración, alegría, comprensión).
Hasta mañana, cariños y sonrisas

Irene










1 comentario:

Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas