jueves, 8 de noviembre de 2012

Diez cosas para empezar bien el día


Comienza un nuevo día y depende de nuestra actitud si se convertirá en un día maravilloso o en un horror, uno de esos días en los que pensamos que hubiera sido mejor no levantarse de la cama. Para que esto no ocurra compartiremos los siguientes consejos:

 1.- Levantarse de la cama con una actitud positiva. El cuerpo necesita al menos media hora para activarse de nuevo y estar lúcido. Dediquemos esa media hora a las rutinas mañaneras (ducharse, desayunar, etc.) Cuando terminemos, nuestro cuerpo ya ha despertado y es el momento de conversar con nuestro compañero de piso, pareja, padres, etc. Antes supondría un gran esfuerzo y seguramente nos pondríamos de mal humor ante la petición de otra persona o ante preguntas que no estamos en disposición de responder o de analizar recién despertados. Media hora después ya podremos interactuar correctamente. Esto también es un truco para comenzar la jornada de buen humor y no disgustado por la primera discusión del día. Démonos un tiempo de reacción e informa a los demás de la necesidad de tomarnos ese tiempo, así no habrá exigencias ni preguntas ni peticiones de buena mañana.

 2.- Planificación. Si somos personas muy ocupada y las tareas hacen que nuestros días sean agobiantes desde primera hora, un truco sería realizar un organigrama la noche anterior. Dediquemos unos minutos a apuntar en un papel cual serán las tareas a realizar al día siguiente, el tiempo que necesitaremos y el orden en que las realizaremos. Utilicemos la agenda para consultar y apuntar. Hay recordar que tendremos que mezclar tareas laborales y académicas con otras facetas (compras, médicos, etc.) Si dedicamos ese tiempo a organizar el día siguiente, cuando nos levantemos por la mañana será un trabajo anticipado y sólo tendremos que releer el listado de tareas y seguirlo tal cual a lo largo del día. Así evitemos agobios y prisas innecesarias. Recordemos que no siempre todo sale según lo previsto, tendremos que tener capacidad para reorganizarnos sobre la marcha. También nuestra mente queda liberada, al no tener que retener información y temas pendientes, el estrés que provoca el miedo a olvidarnos es contraproducente y nos arruinará el día. Vistazos de vez en cuando a las tareas pendientes nos harán estar más tranquil@ y organizad@.
Mañana voy a seguir con los consejitos, que espero que les sirvan
Cariños y sonrisas
Irene


 

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Cariños y sonrisas