sábado, 3 de noviembre de 2012

Para hacer frente a cada día por la mañana.

Cómo debemos enfrentar nuestro día, con que disposición?
- Cuando nos levantamos.
¿Nos cuesta dejar la cama por las mañanas? Hagamos nuestras las palabras de aquel monje que decía: "Cada vez que me despierto, recuerdo que tengo por delante 24 horas para ser feliz y hacer felices a los demás". O las de Serrat: "Hoy puedes ser un gran día" y "No dejes que se acaben para desear las cosas más que nunca".
Hagamos un repaso rápido por las personas y situaciones agradables que nos esperan a lo largo del día, los proyectos en curso, el significado profundo de nuestro día de trabajo o estudios; incluso las dificultades que nos esperan forman parte del guión, nuestra vida en movimiento. Cada molestia nos hace más fuerte y nos da más poder.
- Durante el desayuno.
Convirtamos nuestro desayuno (en casa o en la cafetería) en un ritual precioso que nos llena de energía. Disfrutémoslo como una ofrenda que nos haces a nosotros mismos antes de abrir la ventana al mundo: la lectura del diario o las noticias en la televisión, el clima en la calle o las personas con las que nos cruzamos cada día.
Apreciemos nuestro desayuno como la energía que nos da la fuerza y suavicemos nuestra mirada sobre los acontecimientos del día.
Empecemos bien nuestro día y eso ayudará a que nuestro día sea más feliz!!!
Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas