La felicidad es un camino que se recorre cada día. Existe la tentación de añorar tiempos pasados o de aplazar la felicidad para el día de mañana, olvidándose del hoy. "La mayoría de las personas tienen un concepto realista de la felicidad y dicen: sería feliz si fuera rico, ti tuviera salud, si ese ser me amara. Si… Luego, al alcanzar un objetivo, descubren otro "si". Yo por mi parte amo la vida incondicionalmente" (Arthur Rubistein).
Amar la vida incondicionalmente, vivir cada segundo el día de hoy, es una receta bien sencilla para ser feliz y hacer felices a los otros. Hay que ser felices en el "hoy".
Hoy es nuestro día, un día para hacer el bien, para llenarlo de paz, sabiduría y amor. Si llegan a nestra mente recuerdos negativos del pasado, es hora de olvidarlos. Lo pasado es pasado, sólo debemos recordar todas las gracias que Dios derramó sobre nosotros, las bendiciones que nos brindaron. Es hora de olvidar todas las ingratitudes, las heridas que nos hicieron. Es la hora de la paz, del amor, del perdón.
Es posible que hoy encontremos que nuetras alas se encuentran pesadas para volar. Tenemos razón. Son muchas las cruces que uno lleva encima. Pero, miremos hacia arriba y adelante. Intentémoslo de nuevo, pues para alcanzar altura necesitamos mucho entrenamiento y muchos esfuerzos. Sabemos por experiencia que se pisa en falso al caminar, que para recoger las rosas surgen los pinchazos.
Hoy es un día para aprender muchas cosas: a amar, a no hacer caso de las derrota, a confiar, a no desanimarse, a vivir, a perdonar.
Y este día es para nosotros, pero al mismo tiempo es de los otros. Siempre que vivimos, comunicamos vida sin darnos cuenta; siempre que amamos, hacemos lo posible para que los demás se entusiasmen por el amor;siempre que confiamos, mueren las sospechas en el aire; siempre que perdonamos, el círculo de la violencia desaparece.
Hoy es nuestro día, como lo fueron hasta ahora todos los que has vivido y los que quedan por sumar. Hoy es nuestro día hecho a nuestra medida y podemos hacer lo que queramos con él: vivirlo, desaprovecharlo, o simplemente dejar que sea un día más. Quizá tengamos muchas razones para dejarlo pasar; pero también tenemos muchas más razones para hacer "nuestro día", como si fuera el primero y el último.
"Hoy es nuestro día", hoy podemos ser feliz. No esperemos a mañana.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas