Observemos y etiquetemos el tipo de pensamiento que tenemos, en lugar de prestar atención a su contenido.
Miremos nuestros pensamientos y cuando notemos un juicio (por ejemplo, lo buena o mala que es una situación), sigamos adelante y etiquetémoslo como un juicio.
Si se observamos una preocupación (por ejemplo, que vamos a fallar en algo o vamos a experimentar una pérdida) etiquetémoslo como preocupante.
Si estamos criticando, etiquetémoslo como critica. Sin emitir opinión.
Esto nos lleva lejos del contenido literal de nuestros pensamientos y nos otorga más conocimiento de nuestros procesos mentales.
Entonces, ¿queremos gastar nuestro tiempo juzgando y preocupándonos?
Y decidamos ¿Hay maneras menos preocupantes para ver la situación?
Por lo tanto, cuando nos demos cuenta que estamos pensando de esta manera, cambiémoslo, en forma consciente, por pensamientos positivos y viviremos más felices.
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas