Ustedes saben que yo siempre insisto con el tema de los pensamientos positivos y su importancia: miren el artículo de Neurociencias que encontré, que les explica, con palabras más científicas que las mías de su real importancia para la felicidad:
"Los seres humanos experimentamos durante nuestras vidas una diversidad de emociones como alegría, placer, amor, tristeza, miedo o rabia. Las experimentamos en todo nuestro ser, incluyendo nuestro cuerpo que reacciona y se modifica físicamente ante la presencia de alguna de esas emociones. Es muy común que lloremos de tristeza y también lloremos de alegría, o que nuestro rostro se ponga rojo cuando nos invade la rabia. En ocasiones nuestro miedo es tan grande que empezamos a transpirar y nuestro cuerpo se pone más frío. En otras, nuestro amor por otra persona hace que nuestro corazón lata con mayor velocidad y sintamos que nuestra sangre recorre placenteramente todo nuestro cuerpo. Y cuando nos sentimos felices todo nuestro cuerpo está pletórico de bienestar y en un estado de euforia física.
Qué procesos se producen en nuestro cuerpo que hacen que experimentemos esas emociones? Cómo es que nos sentimos felices o infelices?
Connotados científicos de prestigiosas universidades y laboratorios en diferentes partes del mundo vienen estudiando ese tema, entre ellos, el Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin (USA), dirigido por el Dr. Richard J. Davidson, el Instituto de Neuropsicología y Funcionamiento Cognitivo de la Universidad de New York (USA), dirigido por el Dr. Elkhonon Goldberg y el Instituto de Neurología de la Universidad de Londres (Inglaterra).
Las investigaciones realizadas por los científicos llevaron a un descubrimiento extraordinario y valiosísimo. Encontraron que el origen de la sensación de felicidad o de infelicidad está en la plasticidad del cerebro. Es decir, en la capacidad humana de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos tener.
Resulta que al igual que los músculos del cuerpo, el cerebro desarrolla y fortalece las neuronas que más utilizamos y atrofia o debilita las neuronas que menos utilizamos.
A más pensamientos negativos, se da mayor actividad en el córtex derecho del cerebro (lóbulo prefrontal derecho) lo que genera emociones no placenteras como ansiedad, depresión, envidia, sentimiento de culpa, hostilidad hacia los demás, entre otros. En otras palabras, infelicidad autogenerada.
Por el contrario, a más pensamientos positivos, se da mayor actividad en el córtex izquierdo del cerebro (lóbulo prefrontal izquierdo) elevando las emociones placenteras y la felicidad. En otras palabras, felicidad autogenerada."
Mañana seguimos, cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas